Lunares
Control de lunares
Casi todas las personas tienen lunares que pueden tener diferente aspecto, color, tamaño y forma.
Pueden aparecer a cualquier edad aunque la mayoría de los lunares lo hace durante los primeros veinte años de vida.
Los lunares en dermatología reciben el nombre médico de nevos.
Pueden salir en la piel de cualquier parte del cuerpo incluso en los
genitales, en los labios o adentro de la boca y en las uñas. Dos creencias populares incorrectas
"Los lunares que tienen pelos son malignos", esto es falso.
Tanto los lunares buenos como los malos pueden tener pelos y esto no se
relaciona para nada con la benignidad o malignidad del lunar, es
solamente una característica más del lunar. Que un lunar tenga pelos lo
único que quiere decir es que tiene pelos. "Los lunares que están en las manos o los pies se sacan porque son malos",
esto es incorrecto. Si bien antes se creía que el roce constante de
estos lunares podía transformarlos en malignos, hoy en día se sabe que
esto no es así. Por lo tanto los lunares de las manos o los pies se
controlan como si estuvieran en cualquier otra parte del cuerpo, sin
necesidad de extirparlos. ¿Cómo se controlan los lunares? Los lunares tienen que ser controlados por el dermatólogo. Esto
posibilita que si tenés la mala suerte de tener algún lunar maligno, el
dermatólogo lo va a detectar tempranamente y entonces vas a poder
curarte.
Todas las personas tienen que controlarse los lunares con el
dermatólogo una vez por año, y algunas deben hacerlo más seguido por
presentar más riesgos de tener cáncer de piel.
El dermatólogo va a mirarte toda la piel, si existe algún lunar que
le llame la atención va a mirarlo con una lupa especial que se llama "dermatoscopio", que le permite al médico tener una imagen más precisa y completa de las características del lunar.
¿En qué consiste el autoexamen de la piel?
Además de ir anualmente al dermatólogo a controlarte los lunares,
es importante que cada dos meses vos mismo te mires los lunares,
realizando una serie de maniobras sencillas que se conocen con el nombre
de autoexamen de la piel.
Este examen consiste en una auto inspección de tus lunares, lo vas a
hacer en una habitación bien iluminada que tenga un espejo de pared,
utilizarás también un espejo de mano y vas a estar sin ropa.
El objetivo de este examen es que puedas darte cuenta si se produjo
algún cambio en tus lunares, o si te apareció algún lunar de
determinadas características (ver ABCD), para que consultes
inmediatamente al dermatólogo.
El autoexamen no te va a llevar más de cinco o diez minutos, y tenés que seguir los siguientes pasos:
1- Examiná la zona anterior y posterior del cuerpo frente al espejo,
después con los brazos levantados mirá los costados tanto el izquierdo
como el derecho.
2- Flexioná los codos y observá las axilas, los antebrazos, los brazos, la palma de las manos y entre los dedos.
3- Mirá la parte de adelante y la de atrás de las piernas, la planta de los pies y entre los dedos.
4- Con el espejo de mano mirá la nuca y el cuero cabelludo separando los pelos.
5- Con el espejo de mano mirá la zona glútea y la genital.
El ABCDE de los lunares
Determinadas características en los lunares te deben llamar la
atención y tenés que ir al dermatólogo para que te vea. Estas son:
Asimetría: Si dividís el lunar con una línea por la mitad, una mitad es diferente de la otra.
Bordes: El borde del lunar es irregular con entradas y salidas o está mal definido y cuesta seguirlo con la vista.
Color: Se observan distintos colores dentro del lunar, no un color uniforme.